Leonardo
Díaz
Astrólogo
Metafísico
Nuestro sistema solar está compuesto de siete tipos
básicos de materia o campos de energía vibratoria dispuestos en planos que se
compenetran e intercalan según su vibración y densidad. A estos planos se les
llama también dimensiones.
Los nombres que la metafísica asigna a estos planos son
los siguientes; Plano Físico-etérico (el plano físico no es un principio, se
compenetra con el etérico formando un solo plano, esto lo estudiaremos más
adelante), Plano Astral, Plano Mental, Plano Búddhico, Plano Átmico, Plano
Monádico, y Divinidad.
En realidad la
Divinidad no es un plano,
ella es la causa que manifiesta el resto de los planos, la Divinidad es como el
Absoluto, algo sin dimensiones, imposible de concebir por el ser humano.
Los planos, por muy elevados que estos sean están
constituidos por materia, materia en diferentes estados de existencia dada su
vibración. Por su sutileza y elevada vibración los consideramos espirituales en
relación a los planos densos.
Para el estudio de la metafísica y la astrología
metafísica consideraremos solo los planos, Plano Físico-Etérico, Plano Astral y
Plano Mental, el resto de los planos lo consideraremos Planos Espirituales,
incluyendo la Divinidad.
Como pueden observar en el gráfico, he colocado una pirámide representando
los diferentes niveles o estados vibratorios en que se manifiestan la materia
de los diferentes planos, a mayor elevación en la escala de la pirámide, mayor
vibración, mayor sutilidad y más elevado espiritualmente, ya que se acerca al
Absoluto o Divinidad.
En nuestro mundo físico tenemos cuatro elementos, fuego, aire, agua y
tierra, que por su densidad y vibración
se encuentran asociados a los planos cósmicos. Aunque son elementos terrestres,
también se encuentran en otros planetas y mundos, hoy la ciencia lo ha
comprobando. En los textos antiguos de alquimia, astrología y esoterismo, todos
relacionados con la metafísica, aparecen estas asociaciones.
La evolución humana tiene lugar en tres de estos planos: el físico-etérico
o gravitacional, el astral o emocional, y el mental. El ser humano posee
simultáneamente tres cuerpos hechos de estos tres tipos de materia para poder
expresar respectivamente acción, emoción y pensamiento. (Estos cuerpos los
estudiaremos en las próximas lecciones, ahora estamos enfocados en los planos
donde existen los cuerpos y tienen lugar todos los fenómenos psíquicos y
paranormales que estudia la metafísica).
Estos tres cuerpos son perecederos, y el individuo los renueva en cada
encarnación.
Los planos se compenetran unos dentro de los otros, pero solo atendiendo al
nivel de vibración y densidad.
El plano físico-etéricos es penetrado por todos los planos, debido a que
estos son menos densos, más sutiles, de mayor vibración. Sin embargo, el físico
no puede penetrar los planos más elevados dado que es más denso. Igual sucede
en el Plano Astral, este plano puede ser penetrado por el Plano Mental y los
superiores a este, pero el Astral no puede penetrar al Plano Mental, su
vibración y densidad no se lo permite. Solo lo superior puede penetrar lo inferior,
lo inferior nunca puede subir hasta lo superior, para ello debe transformar su
vibración y el estado de su materia.
Los planos no son localidades o lugares, son estados de la energía. Es por ello
que en metafísica se realizan ejercicios en forma de rituales, para modificar
el estado de las energías y con ellos crear estados de consciencia en los
diferentes planos.
Los colores que surgen de la descomposición de la luz blanca a través de un
prisma nos sirven de ejemplo para ilustrar las vibraciones. Cada color expresa
un nivel de vibración de la luz. En
nuestro mundo físico-entérico la luz se manifiesta desde el rojo hasta el
violeta, el rojo el más denso, el violeta el más sutil, por debajo de rojo
tenemos el infrarrojo y por encima del violeta el ultravioleta.
Cada uno de los planos o campos de energía vibratoria se subdivide en siete
súplanos. Esto nos indica que los niveles vibratorios de cada plano varían en
intensidad y por consiguiente en densidad. Tenemos que en el plano Astral
existen siete niveles que van desde al Bajo Astral o Astral inferior al Elevado
Astral o Astral Superior, igual sucede en el plano mental. En el nivel inferior
del metal tenemos al Mental Concreto y este va elevándose hasta alcanzar
altísima vibración convirtiéndose en el Mental Superior que llega hasta los
planos espirituales.
Los planos no tienen fronteras, ni cercas, ni divisiones, sus límites lo
marcan solo los estados vibratorios de su materia, las divisiones que los
humanos creamos para su estudio, son solo referencias. Una forma sencilla de entender
esto es ver los cambios en los colores a medida que cambia la vibración.
Lo que hemos observado en relación a los colores, son representaciones de
este fenómeno en nuestro mundo, las cuales podemos asociar para aplicar la analogía
y comprender el movimiento de las energías en los diferentes planos de la
existencia de la materia en nuestro cosmos. Cuando estudiemos las 7 leyes o
principios universales comprenderemos mejor la ley de vibración.
El sonido es vibración, por ello se habla en los tratados teológicos,
esotéricos, astrológicos y metafísicos antiguos que Dios es Verbo Creador.
Al igual que sucede en los planos, sucede con nuestros
cuerpos sutiles. Estos están formados de materia que vibra en diferentes
frecuencias en cada plano. Dentro del rango de vibración de cada plano,
poseemos cuerpos o vehículos de manifestación, o también llamados vehículos de
consciencia.
En el Plano físico-etérico, tenemos nuestro Cuerpo Físico
y su doble etérico.
En el Plano Astral tenemos nuestro Cuerpo Astral.
En el Plano Mental tenemos nuestro Cuerpo Mental.
En los planos espirituales también tenemos nuestros
Cuerpos Espirituales.
El Cuerpo Físico-Etérico es conocido por todos, se trata de nuestro vehículo
material, templo de nuestro Espíritu, mediante el cual experimentamos la vida
física a través de los cinco sentidos (sensaciones) y se encuentra asociado el
elemento Tierra.
El
Cuerpo Astral, aunque es
invisible, todos lo reconocemos a través de nuestros sentimientos, emociones y
deseos, por ello le llaman cuerpo emocional. Se encuentra asociado al elemento Agua.
El
Cuerpo Mental, aunque también
invisible, todos lo reconocemos a través de nuestros pensamientos, concretos y
abstractos. Se encuentra asociado al elemento Aire.
Los
Cuerpos Espirituales, aunque
invisibles, lo reconocemos cuando tenemos la certeza de que somos
espíritus, cuando presentimos la presencia
de Dios en nuestro interior, cuando intuimos nuestra propia inmortalidad y
trascendencia. Asociado el elemento Fuego.
Poseemos un cuerpo o vehículo de
consciencia en cada Plano de la manifestación Cósmica. Estos vehículos, a
medida que su materia alcanza mayor vibración y organización, expresarán la Luz
Espiritual de la que somos parte.
IMPORTANTE: En los planos superiores del espíritu,
también poseemos cuerpos, pero en el actual estado evolutivo de humanidad de la
cadena terrestre, estos cuerpos o vehículos se encuentran en estado latente, no
desarrollados. El alma o cuerpo causal, inmortal, es el vehículo superior más
desarrollado en este gran ciclo, humanidad está despertando su consciencia en
este cuerpo.
Existen muchas imágenes que representan los cuerpos sutiles como reproducciones
o moldes ampliados de nuestro cuerpo físico, pero en la realidad no es así, el
único cuerpo que se manifiesta como una réplica y molde exacto de nuestro
cuerpo físico es el doble etérico, por ello se llama cuerpo
físico-etérico. El resto de los cuerpos se manifiesta en forma esférica, que es
la forma universal de expresión de los campos de energía, como lo podemos
observar en los planetas, soles y galaxias.
CUERPO CAUSAL: Cuerpo causal es el
vehículo de expresión del alma y tiene su existencia en, el tercer sub-plano
del plano mental (el mental superior) Es el centro de la conciencia donde
humanidad ha alcanzado la inmortalidad. En el actual estado evolutivo
de humanidad, el Cuerpo Causal es el Ser, el centro, núcleo o unidad de
consciencia que reencarna, donde se alojan todas las memorias de vidas pasadas.
Es la parte de nuestro ser metafísico que alberga nuestra manifestación más perfecta y
luminosa, la que nos trasciende como individuos y que corresponde a nuestro
Ser. El cuerpo causal recoge los frutos, la cosecha en cada vida, en cada
encarnación y evoluciona a través de estas vidas. Se llama Cuerpo Causal porque
registra todas las causas. En muchos tratados metafísicos se le llama el
testigo silencioso.
La siguiente imagen representa de forma muy hermosa, el Cuerpo Causal,
la Presencia
de ese Cuerpo
Inmortal y trascendente que los humanos hemos desarrollado a través
de las rondas evolutivas en la cadena terrestre. Representa la Luz de nuestro
Ser, nuestro Maestro Interno.
NO es una imagen para adorar, es una imagen que representa y nos recuerda
la presencia de nuestra Luz Interior.
El estudio de la metafísica implica el conocimiento de los planos,
dimensiones, cuerpos de manifestación en estos planos y todos los fenómenos que
tienen lugar en el proceso evolutivo. Todos los ejercicios y rituales
metafísicos se fundamentan en el reconocimiento de la Presencia de Dios en nuestro
interior, nunca en la adoración a elementos externos. En el Cuerpo Causal
se encuentra nuestra realidad espiritual, nuestra verdad, nuestra Luz. Este
Cuerpo refleja la Luz del Altísimo, por ello se le llama el Cristo Interno,
el intermediario, el cuerpo de gloria y resurrección del que nos habla San
Pablo (inmortalidad) y salvación. Todo se encuentra en nuestro interior. El
estudio del Ser, Cuerpo Causal, es el centro de los estudios metafísicos.
PLANOS Y CUERPOS A NIVEL CÓSMICO.
Los planos estudiados existen en
todo el universo. Ese universo que observamos en fotografías que muestra la
ciencia moderna, corresponden al plano físico-etérico.
Vemos fotos del sistema solar, de estrellas,
soles y galaxias, cada una de ellos habita simultáneamente en los diferentes
planos; físico-etérico cósmico, plano astral cósmico, plano mental cósmico y
planos espirituales.
Toda la manifestación cósmica es
manifestación del Dios Uno del Universo, dentro del cual
existimos y tenemos nuestro Ser.
Los planetas, soles, galaxias y el
mismo cosmos, también tienen sus cuerpos en estos planos, igual que los
humanos. Más adelante estudiaremos Las 7 Leyes Universales, entre ellas la ley
de Correspondencia, la cual no explica que el micro es igual que el macro.
Los planetas poseen poderosas auras,
incluso ellos tienen sus chacras, por ello sus influencias combinadas,
interactúan participando en la evolución planetaria y humana, materia esta que
estudia la Astrología Esotérica.
Reflexiones:
Todo lo manifestado en el mundo de las formas, habita en los siete
planos de la existencia y posee, desarrollados, no desarrollados, pero en latencia,
cuerpos en cada plano. Incluso existen inteligencias, unidades de consciencia
que habitan estos planos desde sus
cuerpos en ellos, sin que tengan cuerpos en el plano físico.
El Universo es multidimensional y está poblado de unidades de consciencia.
Todos los seres somos unidades de consciencia existentes dentro de la Mente
Divina, somos haces de pensamiento Divino dentro de la Divinidad, dentro de la
Gran Mente.
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