jueves, 17 de enero de 2019

PLANOS Y DIMENSIONES



PLANOS Y DIMENSIONES
Leonardo Díaz
Astrólogo Metafísico

Nuestro sistema solar está compuesto de siete tipos básicos de materia o campos de energía vibratoria dispuestos en planos que se compenetran e intercalan según su vibración y densidad. A estos planos se les llama también dimensiones.
Los nombres que la metafísica asigna a estos planos son los siguientes; Plano Físico-etérico (el plano físico no es un principio, se compenetra con el etérico formando un solo plano, esto lo estudiaremos más adelante), Plano Astral, Plano Mental, Plano Búddhico, Plano Átmico, Plano Monádico, y Divinidad. En realidad la Divinidad  no es un plano, ella es la causa que manifiesta el resto de los planos, la Divinidad es como el Absoluto, algo sin dimensiones, imposible de concebir por el ser humano.
Los planos, por muy elevados que estos sean están constituidos por materia, materia en diferentes estados de existencia dada su vibración. Por su sutileza y elevada vibración los consideramos espirituales en relación a los planos densos.
Para el estudio de la metafísica y la astrología metafísica consideraremos solo los planos, Plano Físico-Etérico, Plano Astral y Plano Mental, el resto de los planos lo consideraremos Planos Espirituales, incluyendo la Divinidad.



Como pueden observar en el gráfico, he colocado una pirámide representando los diferentes niveles o estados vibratorios en que se manifiestan la materia de los diferentes planos, a mayor elevación en la escala de la pirámide, mayor vibración, mayor sutilidad y más elevado espiritualmente, ya que se acerca al Absoluto o Divinidad. 
En nuestro mundo físico tenemos cuatro elementos, fuego, aire, agua y tierra,  que por su densidad y vibración se encuentran asociados a los planos cósmicos. Aunque son elementos terrestres, también se encuentran en otros planetas y mundos, hoy la ciencia lo ha comprobando. En los textos antiguos de alquimia, astrología y esoterismo, todos relacionados con la metafísica, aparecen estas asociaciones.
La evolución humana tiene lugar en tres de estos planos: el físico-etérico o gravitacional, el astral o emocional, y el mental. El ser humano posee simultáneamente tres cuerpos hechos de estos tres tipos de materia para poder expresar respectivamente acción, emoción y pensamiento. (Estos cuerpos los estudiaremos en las próximas lecciones, ahora estamos enfocados en los planos donde existen los cuerpos y tienen lugar todos los fenómenos psíquicos y paranormales que estudia la metafísica).  Estos tres cuerpos son perecederos, y el individuo los renueva en cada encarnación.
Los planos se compenetran unos dentro de los otros, pero solo atendiendo al nivel de vibración y densidad.
El plano físico-etéricos es penetrado por todos los planos, debido a que estos son menos densos, más sutiles, de mayor vibración. Sin embargo, el físico no puede penetrar los planos más elevados dado que es más denso. Igual sucede en el Plano Astral, este plano puede ser penetrado por el Plano Mental y los superiores a este, pero el Astral no puede penetrar al Plano Mental, su vibración y densidad no se lo permite. Solo lo superior puede penetrar lo inferior, lo inferior nunca puede subir hasta lo superior, para ello debe transformar su vibración y el estado de su materia.
Los planos no son localidades o lugares, son estados de la energía. Es por ello que en metafísica se realizan ejercicios en forma de rituales, para modificar el estado de las energías y con ellos crear estados de consciencia en los diferentes planos.
Los colores que surgen de la descomposición de la luz blanca a través de un prisma nos sirven de ejemplo para ilustrar las vibraciones. Cada color expresa un nivel de vibración de la luz.  En nuestro mundo físico-entérico la luz se manifiesta desde el rojo hasta el violeta, el rojo el más denso, el violeta el más sutil, por debajo de rojo tenemos el infrarrojo y por encima del violeta el ultravioleta. 
Cada uno de los planos o campos de energía vibratoria se subdivide en siete súplanos. Esto nos indica que los niveles vibratorios de cada plano varían en intensidad y por consiguiente en densidad. Tenemos que en el plano Astral existen siete niveles que van desde al Bajo Astral o Astral inferior al Elevado Astral o Astral Superior, igual sucede en el plano mental. En el nivel inferior del metal tenemos al Mental Concreto y este va elevándose hasta alcanzar altísima vibración convirtiéndose en el Mental Superior que llega hasta los planos espirituales.
Los planos no tienen fronteras, ni cercas, ni divisiones, sus límites lo marcan solo los estados vibratorios de su materia, las divisiones que los humanos creamos para su estudio, son solo referencias. Una forma sencilla de entender esto es ver los cambios en los colores a medida que cambia la vibración.
Lo que hemos observado en relación a los colores, son representaciones de este fenómeno en nuestro mundo, las cuales podemos asociar para aplicar la analogía y comprender el movimiento de las energías en los diferentes planos de la existencia de la materia en nuestro cosmos. Cuando estudiemos las 7 leyes o principios universales comprenderemos mejor la ley de vibración.
El sonido es vibración, por ello se habla en los tratados teológicos, esotéricos, astrológicos y metafísicos antiguos que Dios es Verbo Creador.

Al igual que sucede en los planos, sucede con nuestros cuerpos sutiles. Estos están formados de materia que vibra en diferentes frecuencias en cada plano. Dentro del rango de vibración de cada plano, poseemos cuerpos o vehículos de manifestación, o también llamados vehículos de consciencia.

En el Plano físico-etérico, tenemos nuestro Cuerpo Físico y su doble etérico.
En el Plano Astral tenemos nuestro Cuerpo Astral.
En el Plano Mental tenemos nuestro Cuerpo Mental.
En los planos espirituales también tenemos nuestros Cuerpos Espirituales.

El Cuerpo Físico-Etérico es conocido por todos, se trata de nuestro vehículo material, templo de nuestro Espíritu, mediante el cual experimentamos la vida física a través de los cinco sentidos (sensaciones) y se encuentra asociado el elemento Tierra.

El Cuerpo Astral, aunque es invisible, todos lo reconocemos a través de nuestros sentimientos, emociones y deseos, por ello le llaman cuerpo emocional. Se encuentra asociado al elemento Agua.
El Cuerpo Mental, aunque también invisible, todos lo reconocemos a través de nuestros pensamientos, concretos y abstractos. Se encuentra asociado al elemento Aire.
Los Cuerpos Espirituales, aunque invisibles, lo reconocemos cuando tenemos la certeza de que somos espíritus,  cuando presentimos la presencia de Dios en nuestro interior, cuando intuimos nuestra propia inmortalidad y trascendencia. Asociado el elemento Fuego.
Poseemos un cuerpo o vehículo de consciencia en cada Plano de la manifestación Cósmica. Estos vehículos, a medida que su materia alcanza mayor vibración y organización, expresarán la Luz Espiritual de la que somos parte.
IMPORTANTE: En los planos superiores del espíritu, también poseemos cuerpos, pero en el actual estado evolutivo de humanidad de la cadena terrestre, estos cuerpos o vehículos se encuentran en estado latente, no desarrollados. El alma o cuerpo causal, inmortal, es el vehículo superior más desarrollado en este gran ciclo, humanidad está despertando su consciencia en este cuerpo.

Existen muchas imágenes que representan los cuerpos sutiles como reproducciones o moldes ampliados de nuestro cuerpo físico, pero en la realidad no es así, el único cuerpo que se manifiesta como una réplica y molde exacto de nuestro cuerpo físico es el doble etérico, por ello se llama cuerpo físico-etérico. El resto de los cuerpos se manifiesta en forma esférica, que es la forma universal de expresión de los campos de energía, como lo podemos observar en los planetas, soles y galaxias. 
CUERPO CAUSAL: Cuerpo causal es el vehículo de expresión del alma y tiene su existencia en, el tercer sub-plano del plano mental (el mental superior) Es el centro de la conciencia donde humanidad ha alcanzado la inmortalidad. En el actual estado evolutivo de humanidad, el Cuerpo Causal es el Ser, el centro, núcleo o unidad de consciencia que reencarna, donde se alojan todas las memorias de vidas pasadas. Es la parte de nuestro ser metafísico que alberga nuestra manifestación más perfecta y luminosa, la que nos trasciende como individuos y que corresponde a nuestro Ser. El cuerpo causal recoge los frutos, la cosecha en cada vida, en cada encarnación y evoluciona a través de estas vidas. Se llama Cuerpo Causal porque registra todas las causas. En muchos tratados metafísicos se le llama el testigo silencioso.
La siguiente imagen representa de forma muy hermosa, el Cuerpo Causal, la Presencia de ese Cuerpo Inmortal y trascendente que los humanos hemos desarrollado a través de las rondas evolutivas en la cadena terrestre. Representa la Luz de nuestro Ser, nuestro Maestro Interno.
NO es una imagen para adorar, es una imagen que representa y nos recuerda la presencia de nuestra Luz Interior.




El estudio de la metafísica implica el conocimiento de los planos, dimensiones, cuerpos de manifestación en estos planos y todos los fenómenos que tienen lugar en el proceso evolutivo. Todos los ejercicios y rituales metafísicos se fundamentan en el reconocimiento de la Presencia de Dios en nuestro interior, nunca en la adoración a elementos externos. En el Cuerpo Causal se encuentra nuestra realidad espiritual, nuestra verdad, nuestra Luz. Este Cuerpo refleja la Luz del Altísimo, por ello se le llama el Cristo Interno, el intermediario, el cuerpo de gloria y resurrección del que nos habla San Pablo (inmortalidad) y salvación. Todo se encuentra en nuestro interior. El estudio del Ser, Cuerpo Causal, es el centro de los estudios metafísicos.

PLANOS Y CUERPOS A NIVEL CÓSMICO.
Los planos estudiados existen en todo el universo. Ese universo que observamos en fotografías que muestra la ciencia moderna, corresponden al plano físico-etérico.
 Vemos fotos del sistema solar, de estrellas, soles y galaxias, cada una de ellos habita simultáneamente en los diferentes planos; físico-etérico cósmico, plano astral cósmico, plano mental cósmico y planos espirituales. 
Toda la manifestación cósmica es manifestación del Dios Uno del Universo, dentro del cual existimos y tenemos nuestro Ser.
Los planetas, soles, galaxias y el mismo cosmos, también tienen sus cuerpos en estos planos, igual que los humanos. Más adelante estudiaremos Las 7 Leyes Universales, entre ellas la ley de Correspondencia, la cual no explica que el micro es igual que el macro.
Los planetas poseen poderosas auras, incluso ellos tienen sus chacras, por ello sus influencias combinadas, interactúan participando en la evolución planetaria y humana, materia esta que estudia la Astrología Esotérica. 
  Reflexiones:
Todo lo manifestado en el mundo de las formas, habita en los siete planos de la existencia y posee, desarrollados, no desarrollados, pero en latencia, cuerpos en cada plano. Incluso existen inteligencias, unidades de consciencia que habitan estos  planos desde sus cuerpos en ellos, sin que tengan cuerpos en el plano físico.
El Universo es multidimensional y está poblado de unidades de consciencia. Todos los seres somos unidades de consciencia existentes dentro de la Mente Divina, somos haces de pensamiento Divino dentro de la Divinidad, dentro de la Gran Mente.